Los hinchas del Deportivo Cúcuta violaron los controles policiales y exhibieron, en la tribuna, el cajón con el cuerpo de un menor de 17 años baleado en horas previas al partido
Con el objetivo de dar su último adiós a uno de los aficionados más fieles del equipo, los simpatizantes del rojinegro ingresaron a 15 minutos del final del partido, en el que el Cúcuta enfrentó al Envigado, junto al féretro de Cristopher Alexander Sanguino. El joven murió al recibir varios impactos de bala de sicarios cuando jugaba un partido de fútbol en su barrio.
Según el diario La Opinión de Cúcuta, los líderes de la "Barra del Indio", como se denomina al grupo de violentos del equipo local, llegaron a la funeraria donde se realizaba el velatorio y se llevaron el cadáver para que fuera "por última vez al estadio" a despedir al club de sus amores. Al minuto de ingresado el ataúd en plena tribuna local, llegó el empate definitivo del equipo.
Luego del asombro y la indignación que esto provocó al resto del público presente y ante la pasividad de las fuerzas de seguridad, la policía ordenó realizar una investigación para establecer quién permitió el ingreso del cuerpo y semejante acto macabro dentro de un espectáculo de fútbol.
Este hecho se suma a una gran ola de antecedentes de violencia en el país sudamericano y es una mancha más para el fútbol colombiano. Aunque para otros sólo se trató de un acto pasional por el sentimiento hacia los colores de un equipo.
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