Una caja de whisky escocés que estuvo abandonada en el hielo antártico durante más de un siglo está siendo descongelada lentamente por las autoridades de un museo de Nueva Zelanda para someterlo a un análisis científico… no para saborearlo.
La caja de whisky fue recuperada a principios de este año - junto con otras cuatro cajas que contienen whisky y brandy – bajo el suelo de una choza construida por el explorador británico Sir Ernest Shackleton durante su expedición a la Antártida de 1908.
Cuatro de las cajas se quedaron en el hielo, pero una con una etiqueta que dice whisky Mackinlay fue llevada al Museo de Canterbury en Christchurch, Nueva Zelanda, donde las autoridades dijeron el miércoles que está siendo descongelada en un ambiente controlado.
El director ejecutivo del Fideicomiso para la Antártida de Nueva Zelanda, Nigel Watson, dijo que el whisky aún podría estar en estado líquido.
“Cuando lo estaban levantando, los muchachos informaron un ruido de líquido en movimiento y había un olor a whisky en el congelador, por lo que es un muy buen presagio”, dijo.
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